miércoles, 11 de noviembre de 2020

MI CALETA

 

Lentamente,

mirando a un lado y a otro

muchos recuerdos me asaltaron:

Los veranos de mi infancia,

los atardeceres de mi adolescencia,

los paseos de enamorado.


Parte de mi vida en aquellas piedras,

en aquellas arenas,

mariscando, jugando,

nadando, besando.

Pero hoy en mi madurez

he visto a un gato

rodeado de gaviotas

que picoteaban el cadáver de un pez.

Pescadores en la primera línea de rocas

tratando de llenar sus cestas.


Al fondo el mar que en unas horas

cubrirá las rocas, cubrirá la arena.

Un hombre alimenta a un grupo

de palomas que corretean tras él

devorando los granos de maíz,

mientras una turista hace fotos

para tener siempre con ella

este edénico lugar,

que a todos enamora,

que a todos inspira.


Lentamente,

no quería irme del paraíso,

no quería salir de La Caleta,

llegué a la puerta

donde Fernando Quiñones vigila

e invita a entrar al paseante.


JOSÉ LUIS RUBIO

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