La noche tiene también sus olores.
Huele la noche a oscuridad.
Huele la noche a silencio.
Huele la noche a miedo.
Son olores que a veces no se perciben,
que se esconden bajo la mortecina
luz de las farolas o en los portales
cerrados de las casas oscuras.
Pero cuando se huelen asustan
porque la oscuridad, el silencio
y el miedo siempre son elementos
que nos impresionan cuando los sentimos.
Sin embargo yo en las noches
busco otros olores, otros perfumes.
Busco el olor de la luna
o el profundo de las damas de noche.
Sorpréndeme noche con perfumes
desconocidos para que olvide
los siniestros olores
que me alejan de las noches.
JOSÉ LUIS RUBIO
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