Todavía latente la peste Covid 19 de este siglo XXI, sobre todo entre las personas mayores, con la dificultad de encontrar a las amistades de siempre por culpa del aislamiento geográfico, social y cultural, a las doce del mediodía nos hemos sentado en un banco de hierro, junto con la figura de un peregrino del Camino de Santiago, frente a la Catedral el escritor y poeta Daniel de Culla y yo.
-Mira, Gerineldo, qué preciosidades de libros te presento. Son tres nuevos libros recién editados en estado de pureza. La escritora y artista plástica Isabel Gómez de Diego, autora de uno y coautora de los otros dos, no ha podido venir pues ha tenido un divino niño precioso, Kylian, y tiene que dedicarse de lleno a él. Por cierto, hoy cumple diez mesecitos; luego te enseño una foto de él y su madre en el día de Halloween; mira qué bellos:
“Este mi nieto Kylian precioso adorna su libro como el Sol el día, y nos llena de alegría con su dulce y sonriente mirada”.
“Qué mística vista la entrada a la ermita de San Amaro, donde el peregrino que entra, de amor arraigado, nunca yerra”.
“Cantabria: canela y azúcar sus playas son. Allí engendra sus perlas la Aurora, y su coral el sol”.
-Sí que son bellos, Daniel.
-¿Sabes, Gerineldo? Antes aquí, y como puedes suponer, alrededor de la hermosa Catedral se disfrutaba del folklore tradicional: romances, mayos, jotas, procesiones, etc. Sigue disfrutando de estas tres composiciones que comportan connotaciones de realismo y de verdad de los hechos narrados; a veces, se detienen y entablan una amistad epistolar con otro escritor o escritora, admitiendo lo maravilloso de mis dibujos amorosos, poemas, y fotos de Isabel.
-Sí que son guapos, Dani, e importantísimos como fuente de entretenimiento e inspiración que no cesa, hoy, cuando los medios de comunicación y la Pandemia o Peste Covid19 están acabando con la Poesía y la Vida.
DANIEL DE CULLA
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