HÁBLAME

Háblame y dime
si hay claveles en tu balcón,
dime,
si el aroma a jazmín y rocío
inunda tus sentidos,... y los míos,
¡háblame!
y déjame escucharte los latidos
que pronuncian mi nombre,
para unirlos a los míos
en la música dulce del amor.

Háblame y dime,
si las olas de mi mar
conquistan tus orillas,
y se alzan libres en tormentas
de pasiones al abrazo tierno
de nuestras almas,
dime,
y cuéntame colores
de un amanecer entre grises
de mi luna y dorados de tus ojos.

Háblame, te lo ruego,
háblame de aquellas nubes
que pintamos en nuestro cielo
para no olvidar en una lágrima,
los ríos de sonrisas y besos
que nos dimos al amanecer,
dime,
cuanto espacio hay entre tú y yo,
cual la distancia
entre nuestros labios.

¡Háblame!... háblame,
regálame un clavel de tu balcón,
hazme ver, que puedo sentirte,
y dime, susurrándome al oído
que no hay tormentas en el mar,
que la lluvia cae fina y suave
sobre mi piel desnuda
en tus orillas,
dime las cosas que tu sabes,
susurradas, entre nuestros silencios,
al oído, que pueda sentirlas vibrar,
háblame, háblame y dime...

Angel L. Alonso