INTERROGACIÓN

Soy un río manso, solitario y cantarino,
de dulces aguas cristalinas,
que pasa cada mañana
por la vera de tu silenciosa vida.
Soy el aíre tibio de tu alcoba,
en las noches que encierran
el insomnio de las sombras.
Soy la mañana reluciente y fresca,
que con su cara transparente,
saluda a tu alma,
en la hora matinal que te acaricia.
Soy el canto innato de las aves,
una voz en su concierto mañanero
que alegra tus sentidos.
Soy el perfume de las flores
guardado en el jardín de tus aromas.
Soy la rosa que se quitó las espinas,
para que al tocarme,
sientas la suavidad del terciopelo
en tus acariciantes manos.
Si soy todo eso,... ¿Porqué no puedes amarme?

Raquel Alejo Espinoza