lunes, 29 de mayo de 2017

TAMBOR DE BADANA


En la calle, el vagabundo golpea un tambor de badana
Su áspera mano tiene bastante fuerza
Tan, ta-tan

Un cordero aguanta los golpes bajo la palma de aquella mano
tensando la piel de su cuerpo entero
Tan, ta-tan

Recuerda cómo su alma aterrada huyó mientras desgarraban la carne del hueso
Muerde firmemente los latidos de su corazón
Tan, ta-tan

Quiero detener la mano que trae el cuchillo,
quiero detener la mano que golpea el tambor

Pero sólo me detuve a mí misma
entre la multitud en la calle
conteniendo el último grito de un cordero

Jian Rufeng -China- Traducción de Yang Hong
Publicado en Periódico de poesía 98

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