Morados, verdes, opiáceos, topacios granadinos:
Higos consagrados en la cesta inexorable del tiempo.
Infrutescencia en almíbares aliñados para chuparse
los dedos con estas célebres higueras, muy antiguas
en todo el mundo; en Medio Oriente y el Mediterráneo
datan su sabrosura, única, textura terciopelo, gomosas
las blondas rosas con semillas crujientes y comestibles.
Dulces higos sobrevivientes al diluvio, bienvenidos:
en cada paladar tanta delicia y tanta sinergia, real.
Manjar de Isis Inmortal. Dame dices y te los entrego:
Tuyas son las risitas orbitacionales desde el calcañal
con un susurro de besos en la nuca para mi anhelo.
Farfullas lila nacarado, aroma que invade el huerto.
Fredy Valiente -Nicaragua-
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