Las palomas van volando. Libremente.
Han muerto los halcones.
Los perros se abrazan a los gatos.
Los niños han perdido el miedo a los aviones.
Ya no hay muertes violentas.
Doblan las campanas por los vivos.
Se levantan altares a los que han muerto.
Los cementerios han desaparecido.
Nadie se prostituye.
El amor es gratuito, es sincero.
Los amantes aman sin hurgar en los bolsillos.
Los amigos desprecian el dinero.
El coraje desbordó a la paciencia.
Todos comen, visten y se techan.
Los niños no limpian más cristales.
Los quijotes ríen… y galopan.
¿Es un sueño?
Miguel Crispín Sotomayor -Cuba-
Publicado en la revista Añil 142
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