DESASOSIEGO

No puedo engañar al corazón...
él es inocente... yo soy el traidor
a sus ilusiones y a sus sueños,
a este dolor... que se quedó pequeño
después de perderse en tu adiós
y recordar su fe, con otro lamento.

Partí, solitario, a tu encuentro
entre mis prisas y mis tropiezos
para encontrar mutilados besos
¿y tú?... ¿por qué invades mis aposentos?
si das todo aquello que quiero
¿por qué, en un amor del que no sospecho
entierro el secreto de mis yerros?.

Te he buscado en mi interior
para ser tú... cuando dejé de ser yo,
licuado en ese veneno
que... destilándose de tu cuerpo
dicen que se llama amor
y me da vida cuando muero.

Robé la percepción de tu mirada
al hacerla titular de mis palabras,
pero no pude evitar tus celos
ni en el pecado de los ciegos
derramado en la tentación de tu almohada
que a tus gritos ahogaba
y aprisionada mi desasosiego
porque no se si estabas... cuando no estabas.

‎Luis Maria Saiz Laso‎