domingo, 31 de enero de 2016

SE FUE, COMO LA PRIMAVERA


Bendita pena
sobre este ocaso de sombras
en la prematura noche
de mi amor desolado.
Tormenta en el corazón
de abandono irremediable,
que desnudo lo azota
y nadie escucha su llanto.
Desmesurada alma en conflicto,
soledad de la nada, profunda herida,
que se desangra en cálida vertiente.
Ella se fue, como la primavera
y se llevó hasta la última flor.
Y yo, envuelto entre las espinas,
hago de cuenta que ha vuelto el otoño
con sus raudas tristezas,
sobre mi vida de nuevo, como castigo,
cada vez que me doy cuenta
que me he quedado solo, otra vez…

Adán Martínez

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