Apago la vela
no quiero que las palabras
se conviertan en cera.
Late una moneda esquiva
en mi bolsillo pequeño,
me pide una limosna de sueños
me dice: los sueños descansan...
Y veo un paisaje humano
que aprieta los labios
con un tiro en la lengua
de rojas palabras.
Y con luchas intestinas
deambulando apurada
incendiando las calles
apagando la vida en ironías
masticando incomprensibles distancias,
distancias que piden a gritos
una luna argentada
cuando es dudosa la luz
que ilumina capítulos.
Un soplo al menos
pinta esperanza
porque no se descree la vida
porque amanece todos los días
y las siestas pueden ser largas.
Que los recuerdos
no superen a los proyectos
y armemos una bitácora
con brújulas de amor
que sobre esta Tierra irradien
la luz de la armonía
sin velas que ardan
para que no se conviertan en cera
estas palabras.
Ime Biassoni -Argentina-
Publicado en la revista Estrellas Poéticas 57
No hay comentarios:
Publicar un comentario