Era más blanda que el agua
que el agua blanda
era más fresca que el río,
naranjo en flor
y en esa calle de estío,
calle perdida,
dejó un pedazo de vida
y se marchó.
Primero hay que saber sufrir,
después amar, después partir
y al fin andar sin pensamiento.
perfume de naranjo en flor,
promesas vanas de un amor
que se escaparon en el viento.
Después, qué importa del después
toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado
eterna y vieja juventud
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz.
¿Que le habrán hecho mis manos
que le habrán hecho,
para dejarme en el pecho
tanto dolor ?
dolor de vieja arboleda,
canción de esquina,
con un pedazo de vida,
naranjo en flor.
Homero Expósito
Publicado en Poética argentina
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