(Por qué niña tan crecida
pediría a su padre el regalo
de un peluche tan grande?)
Embeleso irracional
áureo peluche de felpa,
juguete de vidriera
ojos de azabache.
Corazón quinceañero
en pos de una quimera.
Embeleso irracional
derroche de ternura
profundo llamado,
insistencia y porfía
conmoción de llanto,
concesión paternal.
Embeleso irracional
de niña muy crecida,
idilio compulsivo
abrazo de una ausencia.
Objeto transicional,
entre la madre inerte
y ese vacío filial.
Cristina Kalbermatter -Argentina-
Publicado en suplemento de Realidades y Ficciones 67
No hay comentarios:
Publicar un comentario