De su dulzura,
el sol junto a la tierra,
cielo y olvido.
Entre el verdor
(música sin frontera)
las mariposas.
El sol me besa
sin buscarme los labios.
Candor de tarde.
Sabios consejos:
Mira la tarde tenue
de tus ventanas.
Quietud y noche
para el olvido amable.
Paz y silencio.
Suena el riachuelo
y sueñan los pinsapos
sus horizontes.
Duelen los besos
de la lluvia en las hojas
de mi ventana.
La noche esparce
de neón y de acero
nuevas estrellas.
Leve abandono
del encaje de espuma
sobre tu orilla.
Elena Marqués (Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 28
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