No nací para ser tu sometido,
ni tú naciste para prisionera.
No seré lo que tu capricho quiera,
ni tú sufrirás por lo que te pido.
No es a eso para lo que hemos venido
sino para cuidar nuestra libertad.
Para querer con llanto hasta a la verdad
y honrar lo que serás y lo que he sido.
No haré vasallos ni seré vasallo.
Volaré porque serás soberana.
Ni amo, ni esclavo, ni rey, ni cipayo.
Yo osado y libre, tú libre y profana.
Somos hacedores de realidades,
no siervos de efímeras voluntades…
Edgardo Pascual
Compartido por Diego Bruzzone
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