Has soñado con naves
que se desplazaban por el mar
o el espacio celeste
en busca de nuevas escalas,
destrozándote el alma en cada puerto.
Eras un vagabundo sin rumbo
mientras la tierra se alejaba más y más.
Caminabas de una ciudad a otra,
de un país a otro, sin cesar.
En una habitación oscura y cerrada
te mudabas de tierras, climas y mares.
Hasta reviviste joven y hermoso
al encuentro del amor, aunque
sabías que ése sería tu último sueño.
Y tu tristeza se fundió
en el tejido ambiguo del inconsciente.
Del libro "Bifurcación de la memoria" de
Elvira Levy -Argentina-
Pubicado en el blog elescribidor
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