El primo de Chet, Peter, era guitarrista de John Lewis, y en un ensayo vespertino Jerry, camino de buscar su ambrosía paró en el club donde su colega tocaría esa noche, se paró en “El Saboy club”, se corrió el rumor entre el artisteo angelino, que Frank acudiría y ningún actor encumbrado o a semi encumbrar, se le ocurriría perderse la primera impresión , que del nuevo ritmo tendría Sinatra(el cool jaz), hecho falso completamente, pues Paul Desmond le había hecho recorrer de incognito todo Sunset Boulevard, y también le llevó con la peña a un apartamento de “nadie”, que poseía Humphrey Bogart, eran los años cuarenta y en torno al borracho mágico fue tomando forma el Rat Pack.
Ya Mulligan estaba nervioso, el caballo, a la hora de comer, es extremamente puntual, y se fue sin despedirse, una vez más, cuando llegó Franky, nadie le dio la coña, eso lo mataba, y lo dejaron a su puta bola en la barra, venia con Paul, y se pidieron una de Jack y con dos vasos, un bote de zumo de tomate ,limón y sal, se fueron resacosos a la parte donde se es invisible en EL Saboy.
Comenzó Lewis a jugar con el piano, todavía aparentaba 27años, su edad, aunque murió en 2001, fue uno de los más tardíos en abullancar. Peter se estaba cagando vivo en todos los sentidos, nadie le habló de que vería la sombra de Frank, Sinatra, era el puto número uno, era en los cuarentas, aun no se había tenido que reinventar, sonaba aterciopelado y sin una mínima fisura, mientras, cientos de zagalas perdían el conocimiento y el decoro al escucharlo, está claro que fue el primero en las masas manejar.
Y Peter arañando la guitarra, en eso escucho detrás del escenario, tranquilo primo, alguien me deja una trompeta, tocaremos como en Yale, como con Papa, no sé Chet, respondió bajito el pariente- pregúntale al jefe, al pianista negro, dile que estas mal, que aquí está tu primo y que te relajaría tocar algo con él, improvisar- paleto eres un grano en el culo,-contesto John- venga , bueno y qué coño toca, la trompeta asintió casi morado, bueno hay en la silla hay una déjasela, pero no quiero chorradas, unos acordes y a tomar por culo, -ok ,jefe-. En esto salió Chet y en el tercer alto se hizo un silencio sepulcral, las mujeres que por allí andaban quedaron prendadas, al oído hablo con su primo, y este ya no era morado era negro de pelo amarillo-¿cómo?-¡ dale ya, rajao!, Sinatra, estaba a lo suyo con su colega, iban volviendo a su naturaleza humana….¡y de pronto! ,suena un acorde y después otro que hizo reconocible la canción para todos-¡no tendrás huevos!- se escucho al Bar-man, buscando el bate- chas, hizo Francesco con los dedos, y My Funny Valentine empezó a brillar, nadie tocó ningún instrumento, Mulligan había vuelto, ya era un hombre en paz,y Baker blindó la pieza.
Todo el mundo permaneció en silencio, expectante de la oscura mesa y de ella surgió un aplazo, y lógicamente vinieron todos los demás.
El chico soltó la trompeta, cogió un petate y se fue del club, su autobús salía ya.
Nadie conoce esta historia, pero Peter se llevo la vida bebiendo a cuenta de contarla.
Paco José González
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