VEN AMADO

Ven amado, ven,
rescátame del olvido
al que me has condenado.
Compartiremos mi lecho,
cubrirás el vacío
de tu llorada ausencia,
ven amado, ven,
a consolar a este amor
que te sigue esperando.
Transitaremos noches
de ternuras traviesas,
de humedecidas pieles,
de sensaciones nuevas,
cargadas con el fuego
ardiente de tus besos.
Y tus dedos inquietos
como suaves saetas,
atinarán al blanco
con su lanza indiscreta.
Conocerás lo dulce
que te ofrecen mis labios
en un preámbulo hermoso,
de ocultas delicias
de tu amante golosa.
Recorreremos juntos
la noche y sus encantos,
hallarás en sus sombras
escondidos deseos,
infinitas caricias,
cuando mi cuerpo tiemble
al sentir tu calor.
Ven amado mío
quiero beber el vino
de tu embriagante amor.

Raquel Alejo Espinoza