DULCE VENENO

¡Amor!... que a nadie responde
¡voto a Dios!... y que me perdone
por nacer amante y egoísta...
por desperdiciar mi vida
bajo el influjo de los balcones
que inspiraban mi herejía.

¡Amor!... que del amor se esconde
y eres, de amores, pobre,
que vive en los cuadernos de las niñas
cuando solo las acompañan las prisas
por unos besos de caballeros, ladrones
de princesas prometidas.

Eres todo, pero también eres mentira...
una prisión de almas cautivas
y un recuerdo para el invierno
cuando se añora el dulce veneno
con un precio que te humilla...
¡he perdido tanto tiempo!...
¡tanto tiempo perdería!
porque sé que existe el infierno
donde lo recuperaría...
...también pagaría por ello
y... también es cierto
que... ¡con que gusto pagaría!
por retornar a tu encuentro
y dibujarte aquellas poesías
con la huella de mi dedo
ahí, donde guardas tus rimas.

‎Luis Maria Saiz Laso