Me sentaría delante de tus rodillas
durante más de una hora,
tú quizá te cansarías
pero mi corazón estaría gozando
como si fuera por un camino en medio del campo
un día de primavera
contemplando flores de todos los colores,
tus rodillas son reflejos de la ternura,
mis labios tocarían delicados gozos,
milagros de tu belleza que tu falda mostraría
y en mi corazón sentiría la luz
de dos soles de sensualidad,
respetaría lo más sagrado de tu cuerpo,
mostrándote mi reverencia
pero lo tendría todo
en ese trocito de ti.
LUIS RAFAEL GARCÍA LORENTE -Orihuela-
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