viernes, 30 de junio de 2017

ROBÓTICA DENTAL


Fue un largo proceso que involucró días enteros de trabajo en el laboratorio, donde el esfuerzo fue
tanto informático como manual. La programación de cada uno de los 32 dientes no resultó tarea sencilla, pues cada uno de ellos tenía una función en particular: el premolar 1 y el premolar 2 realizaban la primera y segunda compresión. Luego el molar alfa trituraba el alimento en cuestión,
facilitando que los molares beta y gama prepararan la ingestión completa de la masa nutrimental.
Sonaba complicado, ¡Y lo era! Pero resultó más difícil aún conectar los pequeños hilos de fibra óptica que conducían las órdenes de masticado desde el centro de comando neural (un pequeño chip externo que se colocaba en la sien derecha) hasta cada unidad dental.
Pero la obra estaba finalmente terminada, y el doctor se permitió al fin esbozar una pequeña sonrisa.
Luego se colocó el centro de comando neural en la sien y dijo: “Inicio” en voz muy baja. Enseguida
acercó un vaso lleno hasta el tope con una solución salina y abrió la boca para extraer de ella su propia dentadura postiza, hecha de porcelana y mucosa plástica. Finalmente y sin vacilar, se ajustó la estructura dental autómata en sus encías inflamadas.
Caminó hacia el refrigerador del laboratorio y sacó un jugoso filete, que aunque frío, lucia suculento.
Después se encaminó hacía el horno para calentarlo, y justo en ese momento se llevó una desagradable sorpresa: su dentadura robot se volvió loca. Comenzó a abrir y cerrar sin control, mordiendo la lengua del doctor y brincando hacia el plato que contenía la deliciosa carne. Al encontrarla la trituró con avidez, y en medio de su frenesí dental acabo también con el plato de cerámica.
El doctor miró con horror el trágico resultado del proyecto en el que había invertido meses. Susurró un “apagado” y el dispositivo dejó de moverse. Lo tomó entre las manos y dijo: “Prototipo 55: fallido. El dispositivo aún se vuelve loco cuando detecta carne humana.”

Daniel Abrego (México)
Publicado en la revista digital Minatura 155

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