lunes, 1 de febrero de 2016
EXILIO
Me duelen hoy mis viejas cicatrices
con acre resangrar de herida abierta.
Es un dolor profundo, inveterado,
que casi, por antiguo, es amigable
y cuando, como hoy, se me despierta,
se me hinca fieramente en el costado.
Entonces yo recurro al estoicismo,
tratando de ignorar su garra férrea
pero aunque quiero así buscar alivio,
me hundo sin remedio en la tristeza
pues éste mi dolor, dolor de ausencia,
es íntimo dolor inmarcesible.
¡Es un dolor de patria en la miseria
que sufre con vergüenza su martirio!
Eliana Onetti (1944-2008)
Publicado en Pensamiento poético
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