(La segunda conquista)
Los norteamericanos dejaron abandonado a México.
Mi país fue dejado a su suerte. Todo empezó una mañana de abril, llegaba de paseo a la Ciudad de México. Al bajar del autobús, entré a la terminal y vi en la tele a Javier Alatorre dando una terrible noticia, se han visto naves alienígenas en el Distrito Federal. Pasaron el video donde estaban los ovnis. No creí lo que veía, de repente los vehículos extraterrestres empezaron disparar rayos láser sobre los edificios y las personas. Lo peor vino enseguida, las naves soltaron cápsulas que se incrustaron en las calles para liberar a monstruosos tanques, las pesadas máquinas de combate disparaban ondas, haciendo derrumbar los edificios. El ejército mexicano contraatacó, los aviones caza y los vehículos militares entraron a la capital pero poco a poco eran destruidos, convertidos en chatarras en llamas. La gente corría desesperada, las madres lloraban abrazadas de sus hijos. Un
ovni fue a Los Pinos y destruyó la residencia presidencial, el gobernante Juan Camilo Mouriño huyó a tiempo. Vi derrumbado el ángel de la independencia, el Castillo de Chapultepec hecho añicos. Por
fin habló el responsable, fue Ashtar Sheran, el mesías de los contactados y ufólogos, ese plan de amor y paz fue mentira, todo fue para sacarnos información y conquistar la Tierra. EEUU no intervino, nadie podría contra los invasores del espacio. México se convirtió en una colonia extraterrestre, los
mexicanos fueron recluidos en guetthos y usados como esclavos. En el zócalo ondeaba ahora su bandera, ya no somos una nación soberana, por segunda vez fuimos conquistados. Tomaron las
ciudades de Monterrey, Guadalajara, Veracruz, fueron avanzando hasta destruir toda la resistencia. Ashtar Sheran se hizo una estatua de cincuenta metros y se declaró Emperador de México. Nadie hizo
nada.
Tomas Pacheco Estrada (México)
Publicado en la revista digital Minatura 147
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