Ser andariega, prisa errante
para que el corazón no profundice
humos fingidos
ni convierta los suspiros
en eléctricos amaneceres sin piedad.
Ser lo que es posible que nunca seré
una mariposa vuela al ras
me he exiliado para olvidar prejuicios
apagados, un poco de conciencia
los ritmos de las voces uniformes...
igualmente hay días en que es imposible
cerrar con los candados que conocemos...
cuando sucede la existencia da un rugido
dos tres mil,una especie de encantamiento
y todo vuelve a ser un rompecabezas
infiltrado.
Claudia Ainchil -Argentina-
Publicado en la Biblioteca
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