Cuando demos la espalda por primera
vez, cuando cada paso esté previsto
excepto en ese punto en el que el suelo
ya no es lo que antes era, cuando el ojo
empiece a acostumbrarse a lo más negro,
cuando haya que volver a una rutina
que no ha dejado huellas ni señales,
cuando empiece a sobrar cada minuto
y haya menos futuro que pasado,
cuando se difuminen los contornos
y hasta los nombres propios se parezcan,
cuando seamos víctimas del tedio,
de la amnesia, del pulso y de la espera:
¿Qué clase de enemigo ya seremos?
FERNANDO G. TOLEDO (General San Martín-Mendoza-Argentina)
Publicado en la revista Gaceta Virtual 109
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