domingo, 15 de noviembre de 2020

UNA TARDE DE PRIMAVERA

 

Yo caminaba perdido en la soledad de un mundo incierto. Había llegado de nuevo la hora de la muerte y el virus fabricado dejó sus huellas fatales por todas partes. Querían matarnos pero miles de seres humanos fueron procreados en el confinamiento obligatorio. Y una tarde de primavera pude percibir que entre las flores se abría el aroma sutil de otro tiempo.


MANUEL KENTORE

No hay comentarios:

Publicar un comentario