Todos llevamos por dentro una máscara
que oculta nuestro verdadero rostro
unos fingimos felicidad eterna
o llevamos dibujada una sonrisa fingida
en nuestros labios tristes,
otros endurecen el corazón
por no sufrir una decepción
y ocultan en su interior
la gran tristeza que llevan por dentro,
otros se hunden en el romanticismo
de las letras, para ocultar
lo vacía que puede estar su vida,
máscaras fingidas que nos lleva
al anonimato de un rostro
que oculta su verdadera identidad,
amor, tristeza, decepción, fragilidad,
corazones rotos, o indolentes palabras
dichas sin temor, que rompen una ilusión,
y solo habla la mirada transparente
que se entristece con una lágrima
que brota de dolor por la partida
de aquel que un día fue
y hoy solo es un viejo recuerdo
que va muriendo con el tiempo,
máscara que oculta mi verdadero yo
que muere cada noche al recordarte
y revive al siguiente día con la luz del sol,
máscara que oculta mi batalla interna
y dice todo está bien, no pasa nada
sigue con tu vida porque todo estará bien,
despedidas que duelen y estremecen
pero al final es triunfar o morir
contra la máscara de mi batalla interna
y eliminar la marcha atrás para ganar
y acumular el deseo de ser feliz.
Rocío Villacís
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