Nació en Irapuato, Guanajuato, México en el año 1953. Sus padres José Calderón y su mamá Elena Vela. Creció en una familia numerosa de diez hermanos. Esto lo hizo crecer en un ambiente lleno de comprensión y familiaridad y con ellos también vivía sus tías paternas, de las cuales él decía “Que había algo mágico en sus tías. Que en muchos momentos fungieron como sus madres”
José Luis el amigo poeta que nos dejo el 31 de julio del 2020, en su querido Tarimoro ciudad en la radicó por muchos años, En el lugar donde había mucho donde inspirarse y por lo cual escribir era fácil, allí llega la emigración de las mariposas Monarcas, las fresas, el Mazapán de metate, los lavaderos de Tlalixcoyan, la Capital de las cascadas, la presa del cubo entre otras bellezas naturales, donde es tierra de tarascos y otomíes, completando esto con su gente amables de espíritu indomable.
En Tarimoro fue el fundador de la Biblioteca Fidel Gallego, La casa de la cultura, de la cual ejerció como primer director, fue el poeta, el actor, pintor y más importante dedicó su vida a la docencia y según sus propias palabras “Un maestro es, ante todo, esa persona que decidió dedicar su vida al esfuerzo noble de servir”. “La mayor virtud de un maestro es enseñar según las necesidades de los educandos, de la sociedad y no de acuerdo a manuales ni bajo los dictados del método cualquiera en moda” “Cualquiera puede ser maestro, pero no es buen maestro cualquiera; entre uno y otro, media el abismo de la entrega y la vocación.”
José Luis fue Coordinador de la Antología de Escritores Guanajuatenses. Letras Interiores. Fundó La Red Estatal de Tertulias Literarias de Guanajuato. Entre sus libros se encuentran “ Los tiempos desolados”, `Cuentos para dormir”, “Recuento de años difíciles”, su obra también aparece en Antologías de España, Colombia, Estados Unidos y México.
Calderón tenía un gran abanico en su escritura ya que no solamente escribía poesía, sino también artículos de crítica social, crítica política, artículos de fondo, reseñas literarias, entrevistas, sobre educación, prosas poéticas, y culturales.
José Luis nunca se encalló en un mismo tema, la variedad de su riqueza en sus trabajos es una gran característica suya. Le escribe al amor, a la patria, a la naturaleza, a su familia, a los hijos y jóvenes que son una gran fuente de inspiración. No hay tema que no cause asombro y como dije anteriormente su tema es amplio y lleno de un gran colorido y su su búsqueda por lo artístico no hay un espacio donde no haya incursionado, usando términos que le dan elegancia a lo que escribe. Y no es solamente los temas que utiliza sino la filosofía con los cuales los trata, el embelleció las cosas cotidianas con magia, algunas veces ha usado los mismos temas pero jamás lo ha dicho de la misma forma, coloreaba sus versos con un lenguaje tierno, lleno de valentía y directo. Como dije anteriormente su tema es de gran amplitud y con un profundo valor humano, con gran calor emocional.
A su amada esposa Lupita dedicó mucha de sus poesía y de ella decía “Bella como los ángeles,/ frágil como gacela,/ camina sin miedo; miento, vuela con una cara de alegría que congela/ la sangre, que tensa las venas;/ como para decirle: querida, te espero detrás de las cercas. Amémonos hasta que amanezca”. “
En un momento le escribió a sus hijos un mensaje que considero universal, creo que todos los padres podíamos leérselo a los nuestros, “Sé fuerte y poderoso/ como las rocas que estrellan el mar; / y no retrocedas ni un milímetro/ ante los embates de la adversidad.” “Sé liviano y trabajador, / que no dependas de la comodidad; / porque si estudias y trabajas/ hallarás más pronto la felicidad”. Del libro “Tiempo desolado”.
Jose Luis fue considerado como un hombre de fácil sonrisa, amable, ameno y siempre dispuesto ayudar al prójimo y muy orgulloso de los poetas jóvenes que le ofrecía su tiempo y conocimientos. Con su pérdida la poesía guanajuatense pierde una de sus voces más fuertes. En Paz descanse amigo de todos.
DOROTHY VILLALOBOS
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