Quiero pedirte disculpas por esta osadía de escribirte esta epístola llena de pasión, sacar a la luz lo que siento en mi corazón.
Eres ese caballero, amante que por las noches llega en ese corcel de sueños para dejar mis sabanas impregnadas con el perfume de las magnolias.
Quiero pedirte disculpas por esta osadía de enamorarme de ti, soñar con tu sonrisa acariciando mis silencios, tus besos dibujando laberintos de delirios sobre mi tez morena.
Eres ese caballero amante que robo mi corazón, eres un afortunado, porque estás repleto de sentimientos aventureros, de fuerzas e ilusiones, de ternura y, por sobre todas las cosas de amor.
Caballero amante que visitas cada noche mi alcoba, bebes el néctar de mis labios y cuando el amanecer se refleja en mi ventana, te elevas en tu corcel alado llevándote mis caricias, mis besos sujetos a tus labios, mis versos bailando en tu música.
Maisa
María Isabel Bugnón
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