BAJO TUS SÁBANAS

Mis ojos acumulan los pensamientos
y contaminan los hilos del pañuelo
que aún te sigo guardando
como guardo mis pecados
en el bolsillo de mi pecho
ligado a un corazón ajado.

No puedo perdonar mis yerros
ocultos detrás de cada beso
que no disimulaban mis manos,
¡ay muerte!... ya no te espero
sabes bien, hacerme daño
con el regalo que amarga el tiempo
de un amor descompensado.

Palpita el reloj en mis heridas
y la ventana, con su mirada fría
apaga la luna en nuestro cuarto,
nadie nos está mirando
desde los pretéritos días
de los besos descerrajados.

Busco en la oscuridad el rastro
que aquellos labios borraron
porque quiero ser castigado
con mi propio desengaño...
enredo mis dedos en tu sueño,
sangra la lengua, que me muerdo
en el intento de seguir callado
pero... me continúo traicionando
y me entrego a tu recuerdo.

‎Luis Maria Saiz Laso