ESTANCIA EN HOMENAJE A GARCILASO DE LA VEGA
te convoco al teléfono y me esquivas
y de tu fresca voz me desposees.
No sé por qué de tu calor me privas
y de tu aliento corporal me alejas.
Si yo te lo demando, no me crees,
Galatea, no lees
este oculto gemido,
que el cable estremecido
tiembla un poco por mí, me sustituye;
y mientras que tu voz de hielo huye,
tu número sin par me va omitiendo.
Mi presencia concluye.
“Salid sin duelo, lágrimas, corriendo”.
Juan Mena -San Fernando-
Publicado en la revista Arena y Cal 210
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