El color lo domina todo
y dentro el loro se siente
dominador y emite
un sonido de plena satisfacción.
Es una vieja canción
que le enseñó el viejo jefe.
Una canción trepidante
de preparación para la batalla
que los jóvenes bailaban
hasta caer totalmente agotados.
Repite una y otra vez la melodía
buscando que la vegetación
sea poseída por el ritmo trepidante
y repita y repita hasta la extenuación.
Tú solo ves el colorido.
Un colorido que atrapa
y atrapándote te hace llegar
la oculta melodía que repiten
y repiten hasta dejar tus oídos
totalmente taponados.
JOSÉ LUIS RUBIO
Del libro Los que danzan con el color
No hay comentarios:
Publicar un comentario