viernes, 27 de junio de 2014

MIÉRCOLES


Hoy es miércoles.

Podría perfectamente
ser miércoles de ceniza,
porque tras la hoguera
que tú misma encendiste
has traído la lluvia
y sólo queda eso:
cenizas humeantes.

Con lo fácil que hubiera sido
que todo saliera bien…
Pero claro,
si la vida fuera sencilla
sería muy aburrida,
así que la vida es como es:
una auténtica hija de puta.

Conozco otras.

Vidas, me refiero.
Pero elegí ésta.
Lo tenía claro,
había elegido soledad,
pero luego fue
o tú o ninguna
y ahora que sólo quiero el tú
me toca quedarme
con el “ninguna”.

Lo dicho,
la vida es así de caprichosa.

Siempre cabe la opción
de bajarse en marcha,
pero sólo los valientes
consiguen acabar el trayecto
y yo no quiero ser
recordado como un cobarde.

Así que aquí sigo…

Mira que me he llevado ostias
de todos los colores y formatos,
pero no aprendo.
Y creo que ya va siendo hora,
que al final se me acaba el billete
y esta puta vida me suelta
sin contemplaciones
y me marcho de aquí
con muchas más penas
y ninguna gloria.

Tendré que caminar entonces.
No es que me sobren las ganas,
pero siento cómo tu recuerdo
me empuja
y me invita a marcharme.

Ya ni eso me queda.

Y leer a Roger Wolfe no ayuda
a mostrarse sonriente,
pero al menos él tiene cojones
para decir lo que hay que decir,
cuando hay que decirlo,
aunque sea escrito en un libro.

Y yo pensándote.

Llámame imbécil si quieres,
supongo que tengo que aprender
poco a poco,
no me presiones,
que lo mismo al final
me tenso y me rompo
y ahí sí que la jodimos.

César Ulla -Toledo-
Seleccionado por Leandro Murciego

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