Sentada en mi escritorio
intento escribir algo, aturdida.
Escucho el son del viento
y la lluvia que porracea mi
ventana por los cuatro costados.
El viento azota los árboles
y las ramas se desnudan
una hoja tras otra.
Y yo, con la pluma en la mano estoy,
sin saber qué escribir.
El armario de mis recuerdos está cerrado
y la llave no la puedo encontrar.
Miro por todos los rincones
sin verla aparecer.
El viento sigue chillando.
Los relámpagos y truenos bajan
del cielo, abriendo sus bocas,
queriendo tragar todo.
Miro por el mirador.
Todo está blanco y húmedo
por la emanación.
Arrimando mi nariz, me mojo
como si la ducha allí estuviera.
Intento ver algo. Nada veo.
Solo la sombra de los relámpagos y truenos,
que del cielo caen.
Me siento. Abro el cuaderno
y alguien me dice, ¿qué haces?
Contesto . Que intento imaginarme
el futuro, estando todo muy bruno.
El sonido del silencio se deja
escapar por los agujeros.
La llave de mis recuerdos la encuentro,
pero a mí me entra sueño…
Joaquina Oliva -Madrid-
Publicado en la revista Arena y Cal 209
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