Marchando en el
río del tiempo, el tránsito
como manadas,
como si nada ya tuviera fin,
como si nada ya, como si al fin
nada hubiera esperando:
las migraciones del salmón,
la ley oscura en el ADN del reno.
Música de motores al fondo del mundo.
Como un borracho que busca incorporarse
en la aridez de una madrugada infinita, el alma
sale a mirar lo que ella no es.
O al modo de una chica
recién levantada
dando unos pasos
en el aire
de la mañana de diciembre
o temerosa de diciembre
que manda sus bloques de luz.
"Esto es lo real":
motores al fondo del mundo,
la luz.
Aves negruzcas (dos palomas) en la reja
se asustan y salen volando.
No hay conclusiones: algo estaba y ya no.
Daniel Freidemberg -Argentina-
Publicado en la revista Poesía del mondongo
No hay comentarios:
Publicar un comentario