Ella se besaba con otro y era como si se besara con todos.
Ella acariciaba a otro y era como si acariciara a todos.
Era ella doncella sagaz y a mis espaldas, creía, la amazona más bella.
Mi cuerpo se convirtió en restos de señales de humo.
Mi cuerpo dejó de ser de este mundo porque...
Ella, doncella a mis espaldas y sagaz, era la más bella amazona.
Ella rozaba su cuerpo con otro y era como si lo rozara con todos.
Ella miraba a otro con ojos tiernos y era como si mirara a todos.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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