Cautela..
Mis manos están llenas de lluvia, recuerdos
que tiento a ciegas.
Rozo cada pared, cada pintura
que cae por gravedad en escarchas;
cada mueble amansado en polvo
en mi dudar.
La casa vacía, madre,
sola, perdida, dibujada
vive en la memoria como alondra lejana.
Olor a limones
trepa por la cocina
donde la humedad
gana en su batalla contra el tiempo.
La casa tiende a caerse, madre,
la casa donde tú te sostienes.
Cadenas hay en tu cuerpo,
candados tiene tu alma
y la congoja que da la edad, madre,
la congoja...
La casa vacía
y no te encuentro.., ni un retrato.
Sólo recuerdos
de columpios elevándome
al azul del cielo.
Estremece el silencio ascendente
que impregna el terrible vacío.
Debería sesgar con la hoz
las flores muertas del pasado
para crear el futuro sin ti.
La casa vacía, madre,
y no hay luz del sol que entre
para que caliente tus ateridos huesos.
Sobrada estás de soledad,
vacía de hijos y nietos.
Guillem de Senent.
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