martes, 26 de agosto de 2014

LA FUGA


¡Qué no me busque el sol!
que mi piel dorada ,
se queda en la sombra
del bronce de tu cuerpo.

¡Qué no me persiga la luna!
que se acueste en tu mirada,
que yo me paseo desnuda
con la ropa desatada.

Qué me de cobijo la madrugada,
en el forro de tu almohada,
donde nadie más que yo,
respire la esencia de tu morada.

¡Qué no me busque el sol!
¡Qué no me persiga la luna!
que yo no quiero más,
que la blanca esencia
de tu presencia.

Consu Jimenez

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