El verdugo de la ofensa se hace presente,
arrastra al espíritu cándido y lo etéreo
se cristaliza y rompe,
oscurece el despertar del verbo,
Cruel presente,
agravio e injuria que ofende,
el ofensor tras las sombras arremete,
oferente de ofrendas religiosas
en la realidad solo golpes de pecho.
De obra y palabra es de los que hieren
en el confesionario se arrepiente...
Credo y padre nuestro,
perdón permisivo concedido con tanta tolerancia que,
...el hombre a pecar y ofender vuelve...
Afrenta de víboras, sordos de espíritu,
mercaderes de injuria, el sol ha vencido,
la sombra que me duele se la lleva
el río como se va la vida.
Pecaminoso el destino
de quien bendice el pecado,
el diablo vuelve por la orilla del frio,
tentando a la muerte, acusando a la vida...
LOLA WIZNER Y FERMÍN JESÚS VADILLO
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