Me está' creciendo la luna
desde anoche,
me voy sobreponiendo de
las penas
sacando las espinas que
me estorben
de tantas madrugadas sentada
en las arenas.
La estoy mirando con brillo
en las pupilas
y va silvando el viento
una canción,
ya no me tiembla el pulso
ni me aniquila
cuando cae la noche, no hay
desesperación.
Hoy la espero impaciente y voy
contando horas
mirando mi reloj ilusionada
se asomará la luna como
siempre sola
pero estará más grande allá en
la madrugada.
La luna y yo creciendo
tomadas de la mano
brindaremos felices y dichosas
olvidando los besos
de su boca,
en una boca nueva
más tibia que el verano.
Bohemia Peregrina
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