sábado, 23 de agosto de 2014

BREVERÍAS

3116
Tan bella, tan vibrante, se movía
con impulsos de brisa, de oleaje,
todo a su alrededor amanecía,
viva aurora de luz, sin maquillaje.
Mas sólo era fugaz anatomía
en torno a un hueco, apenas embalaje.
De piel adentro abríase un abismo,
y elegí dialogar conmigo mismo.

3117
Cierro los ojos, y el entorno oscuro
englobando mi mente, se adelgaza;
nace una luz lejana, y me apresuro
a bosquejar un sueño, y darle caza.
Con él entre las manos, configuro
meta y sendero, y alma sin coraza.
Abierto voy, considerando mío
este mundo en que fluyo como un río.


3118
Veo más, mucho más, cuando medito
con los ojos cerrados, que observando
el mundo insustancial que me rodea.

Al meditar no me hallo circunscrito
a espacio y tiempo; no requiero el cuándo,
ni el dónde, ni el por qué. Sólo la idea.

3119
Tal vez en tu interior surjan rumores
de una voz inquietante
frenando tu intención, o tu proyecto.

Sólo se apagará si tus labores
prosiguen en afán desafiante
por la senda trazada y en directo.

3120
La belleza que observo en torno mío,
ya paisaje, persona o simple objeto,
más que en la realidad, está en la mente.

Se alberga en el cerebro un poderío
defraudador, tenaz, pero discreto,
que tergiversa espíritu y ambiente.

¿Por qué, si no, al mirar las mismas cosas,
lo que uno ve atractivo, o convincente,
otro lo arropa en dudas nebulosas?

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -In memoriam-

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