AUSENCIA

Como un reguero de hormigas fosforescentes en un patio de carne
mi corazón late por la lejana ausencia,
la lejana ausencia.

La dulzura, el dolor como amebas en flor.

Pensamientos como llagas,
fluyen con siluetas de mugre
por entre muros de labios.

Todo se agolpa y conforma un puño de deseo
porque la ausencia del músculo del recuerdo,
cuelga de los hombros del abismo de la lejanía.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-