viernes, 7 de septiembre de 2012

LA CUARTA GUERRA, SEGÚN EINSTEIN


—Señor presidente, le traigo malas noticias: los rusos han lanzado al mar sus piedras de largo alcance.
— ¿¡Y dónde conejos está la flota del Atlántico!?
—Enviaron una paloma diciendo que ya habían partido del Medio Oriente… o lo que queda de él… ¡Córcholis!, recién me percato de que en verdad solo queda medio Oriente, jojojo.
—No divague, general Crazygun. ¿Cuándo arribará la flota a las costas enemigas?
—De aquí a un lustro, señor presidente.
— ¿Que qué? ¿Pero no les ordené aumentar el número de remeros en las balsas?
La Revista de lo Breve y lo Fantástico
julio- agosto, 2012 # 120 Revista Digital miNatura 53
—La promesa de vacaciones en un club de veraneo de su elección en el Ártico no caló en los reservistas, mi presidente. El patriotismo está en su nivel más bajo, no le voy a mentir.
—Si Washington y Lincoln nos vieran… ¿Y qué hay de la fuerza aérea? ¿Está lista para el contraataque?
— ¡Señor, sí, señor! Ya hemos cargado los zopilotes de bombardeo con el material radiactivo necesario.
—No se limite, general Crazygun. Está demostrado que las municiones nunca sobran. Tenga, llévese mi taparrabos y este sándwich de cucaracha. Le garantizo más de 1000 Sieverts por cada uno.
—Me conmueve usted, señor presidente… En fin, ¿qué hacemos con las piedras?
—Bah, déjelas que reboten. No bien crucen el meridiano 70 las interceptaremos con nuestras flechas.

Claudio G. del Castillo (Cuba)
Publicado en la  revista digital Minatura 120

No hay comentarios:

Publicar un comentario