viernes, 7 de septiembre de 2012

PODER


Siempre la lucha por el más fuerte y solo sobrevive uno. Allí estaba parado de miedo mientras me petrificaba con su mirada, me sentía desarmado. Todo era poco a sus movimientos porque se anticipaba a mis artimañas. Una lucha agotadora cuando gana la mente, ella podía leer la mía con lo cual ganaba la batalla de callar lo inconfesable que ella conocía y usaría sin duda para no perder la guerra del más fuerte frente al débil desnudo de sudor por el esfuerzo en vano. Mis secretos a la transparencia de ella, mi vida usurpada por el futuro innato que se presentaba y nada podía hacer. Me controlaba el pensar y ni mi sentir podía evadir frente a ella. El futuro era fuerte y yo desfasado me rendía al hastío de su fuerza y tendido sucumbí sin defensa.

Texy Cruz –seud.- (España)
Publicado en la revista Minatura 120

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