ESLABONES SUELTOS

I

Moriría justo al momento
que ya no tenga
ni a quien ni a qué amar,
cuando me olvide de mi mismo,
en mi último recuerdo
y cuando deje de soñar.

II

Mi vida ha sido
y es más imaginaria que real,
por eso son mis cantos, versos,
mis cuentos y mis inventos...
de mi imaginación y mis sueños.

III

Consejeros de mi alma y mi calma
han sido y son: el necesario silencio,
las voces de la lluvia y el viento,
el murmullo de la mar,
el rumor y la caricia del céfiro y la brisa,
la densa bruma de la montaña,
del río el remanso y su calma
el cincel y el martillo de mi experiencia
y el sutil eco en el cielo,
de mis oraciones, ruegos
y de mis propios pensamientos.

IV

Alguna por mí estará esperando y suspirando,
alguna me estará aguardando y guardando
me estará pensando o imaginando,
una entre tantas y como ninguna...
¿quién será mi luna?

V

¿Quién será la bruja de covacha y trova,
que me quiera con ella llevar,
¡a volar!, en las ancas de su escoba,
qué me importaría si al infierno,
si al cielo o hasta su propio cueva y hogar.

Ángel Ignacio Chacón Aquino -Colombia-