jueves, 31 de mayo de 2018

LA ODISEA DEL HIGO BREVAL


Tal vez soy Despótico y cuando las hazañas de Odiseo
¿o soy Odiseo escuchando el relato del ciego?
o, un higo breval y por antonomasia estoy medio loco...
Yo ya no soy lo que fui, en otros tiempos;
allá por Gastor-Chico- en mi soleada Andalucía.

Aquí el lenguaje me mata, y con estas ganas
irreprimibles que tengo de nacer, tengo que
estar siempre avisando:
¡cuidado! ¡voy a nacer! digo: y ¡nazco!,
lo repito: nazco, ¡y vengo ya casi maduro!
y me pregunto: ¿será por el traslado?.

Mi cuerpo redondo marrón, sin sexo aún definido,
pues ni yo mismo sé aún, si soy breva o soy higo
pues el color y el sabor son tan parecidos...
-las brevas se distinguen- que son tempranas 
y bullangueras, con cintura estrecha y anchas caderas...

Sólo traigo una palabra aprendida: -mi nombre-
y no lo digo, pues si lo oye el mendigo,
el prudente mendigo acechándome,
con esos cuatro dientes rotos...
¡Tanta, tanta elocuencia!

Mis olores llamativos que tumban, me delatan...
yo mismo que voy despertando muertos
y los veo encerrados en otros ojos,
todos, todos van detrás de mí...
Pero yo los advierto: que sólo tengo espaldas y "culo"...

RAFAEL CHACÓN MARTEL

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