En niebla de lágrimas, mis pasos descalzos, mojados,
cuerpo vacìo, sin alma, anima errante en penas,
deseos enraizados en agua, aire, nada
llovizna negra, frio gris, sol escondido.
Temblaron nuestros corazones, fuego de pasión
en ese primer mirarnos, instantes profundos, fijos
embelesados en sueños de amor, montañas y mar.
Dama hermosa, perfumados labios, suave de voz
¡qué te quiero, como te debo querer!
¡con todas mis ganas, hasta que me quieras perder!
Bella rosa roja, insinuación de pasión, abierta flor
florecida esperanza, instante de estrella fugaz…
Sin llamar, un manto de dudas destila amarguras
tu presencia postiza de la mano con él… mi amor prohibido.
Aferrada al recuerdo lejano de amor..., que no volverá
al pacto sagrado firmado en papel… fallecido en rutinas.
En, nuestro… pecado secreto, distancia y silencios reprimidos
Por siempre, mi amor… nos amaremos, mucho más
Àlvaro Àlvarez Rojas (aprendiz de poeta) -Colombia-
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