Mi llamada de amor gira en el viento
como una clarinada estremecida
y el verso nace y es verdad y vida
abriendo un cauce a la ansiedad que siento.
Hermano, ven hacia la luz... presiento
arribar la jornada bendecida
donde el amor restaurará la herida
y sólo el bien nos brindará el sustento.
Los bienes materiales pasan presto.
Solo el amor perdura, y es por esto
el faro vivo que por siempre alumbra.
Mira el beso del sol, la mano amiga,
la esperanza del pan que está en la espiga
y el hombre nuevo, que hacia Dios se encumbra.
Elsa Baroni de Barreneche -Uruguay-
Publicado en la revista Oriflama 32
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