miércoles, 30 de mayo de 2018

DENARIO DEL AMOR SIN RETORNO


Loco de sed por tu nivel ceñudo
verso se hizo mi voz para nombrarte
y ---acacia azul--- mi pecho supo darte
yerbas y estrellas en un solo nudo.
El tiempo envejecido nunca pudo
de distancias tu pórtico sembrarte
y entré a tu corazón para llagarte
con el enjambre de mi amor desnudo.
Llegué un diciembre y era veintinueve,
llegué al ocaso y en la mano leve
de luz te traje la ternura clara.
Llegué en el viento hacia tu espiga y pienso:
si tus ojos diluyen mi mar denso,
por el amor, Amor, cuánto te amara!

Rodrigo Pesántez Rodas -Ecuador-
Publicado en la revista Oriflama 32

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