Había luna aquella vez
cuando el mundo
era tan pequeño.
Hacía yoga por entonces
estaba convencida
que podría desatar el kundalini,
despertando a la serpiente enroscada,
en cuya energía primordial
mi “atma” y yo,
seríamos una…
La luna siguió pasando,
el tiempo no fue dragón,
las musas volaron lejos
cantando rimas
muy extrañas,
el kundalini quedó dormido
cambiando de piel tantas veces,
que ya no fue ni culebra ni magia
… y yo,
jamás hallé
el calor
de mi atma…
Scarlet C
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